El boxeador estadounidense Deontay Wilder contó, en una entrevista con a BT Sport, uno de los episodios más complicados de su vida.
The Broze Bomber reveló que estuvo al borde del suicidio.
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A sus 19 años, Wilder fue padre de la pequeña Naieya, que nació con espina bífida. Los médicos diagnosticaron la niña no podría andar en toda su vida.
Wilder, quien tuvo que hacer frente a grandes pagos para los tratamientos de la pequeña, llegó a pasar por un periodo de depresión en el que pensó en el suicidio.
Su momento más duro
"El momento más duro de mi vida fue hace muchos muchos años. Pienso que cuando mi hija nació en 2005. El año 2006 fue muy difícil para mí. Perdí a mi familia. Tenía una pistola en mi regazo y estaba listo para suicidarme. Esos pensamientos vienen a tu cabeza cuando estás pasando algún tipo de depresión o cosas diferentes en tu vida. Piensas que la única forma de acabar con ello es terminando con tu vida. No piensas en nadie más, solo en ti", comentó.
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"Fue muy duro tener 19 años y que mi primer hijo nazca con un problema de salud. Todos rezamos para que nuestros niños sean sanos. Fue un desafío en mi vida, mi hija necesitaba más amor que un niño normal. El dinero llegaba a mis manos y se iba rápidamente, por las facturas y otra serie de cosas. Sé cómo se siente eso, agregó.
